Esta es una de esas preguntas que se hace mucha gente y que por supuesto vamos a tratar de dar respuesta a continuación. Y es que, a pesar de que la crisis económica dentro del mundo del motor cada vez es menor, lo que no podemos negar es que todavía existe. Quizá por ello, por estos retazos que todavía quedan de la crisis económica dentro del mundo del motor, son muchas las personas las que quieren comprar coches que sean verdaderas gangas. Y es que de lo contrario, es decir, comprando coches que sean nuevos, no solo no lo va a poder hacer sino que es totalmente inviable para ellos.
El primer sistema que vamos a mencionar a continuación es el que tiene que ver con la venta de coches averiados. Estos coches han llegado a un taller, a un concesionario o incluso a un desguace con una avería que no es rentable reparar para el dueño del mismo. Pues bien, con tan solo informarse en los lugares que hemos mencionado, seguramente demos con esos coches. Cierto es que tendremos que repararlos nosotros pero en muchas ocasiones se da el caso de que los responsables de los puntos de venta no quieren siquiera hacerse cargo de ellos y los venden por unos precios que están muy por debajo de lo que podemos pensar.
Por otro lado, y casi al igual que hace un momento, la venta de coches siniestrados es bastante frecuente a día de hoy. En esta ocasión estamos en las mismas. Coches que han quedado siniestros y que por lo tanto sus dueños no quieren para nada. Sin embargo, esta venta, de producirse, se llevará a cabo por un precio que está muy por debajo del precio normal. Si nosotros disponemos de los medios y de los recursos necesarios para arreglarlo y que queden en perfectas condiciones, puede ser una buena manera de hacerse incluso con un coche de alta gama por un precio bastante razonable.
En último lugar, y este es un método que a nosotros no nos gusta para nada, siempre podemos acudir a los foros que hay en la red de redes. Cierto es que allí podemos encontrar verdaderas ganas pero no es menos cierto que allí vamos a tener que cerrar tratos a nivel particular en los que vamos a tener que fiarnos de la persona que tenemos al otro lado con todo lo que ello implica sobre todo desde el punto de vista del desembolso y de la garantía que hay de por medio.